No había dormido en toda la noche,su inquietud,las sombras ágiles de sus movimientos,el eco de sus pasos,que en ese momento eran como fuegos artificiales explotando a mi lado,imposibilitaban un sueño continúo y tranquilizador.
Estabamos lejos,pero en cierto modo,sentíamos igual... lo oía,allí estaba,y aunque eso me ponía inquieta,hacía volar mi imaginación,y me fascinaba adivinar en que lugar había decidido detenerse,cuales eran sus movimientos,en que pensaba,armar y rearmar hipótesis,mi cabeza daba vueltas sobre su eje,hasta el punto de marearme.
Las luces se apagaron,pero afuera ya se asomaban las primeras claridades de la mañana. Oí empujar la puerta,se acostó a mi lado.
El olor a cafeína de sus labios no me permitía alejar la mente de mi realidad,de su realidad...
Pintura: Paul Klee.
Continua, Magda, por favor, me atrapa
ResponderEliminar¿No es mejor acaso dejarlo a la imaginación del lector? ¿Por qué no intentas seguirlo vos?
ResponderEliminarMe gusta esa idea... y si queres compartirlo conmigo,mejor...
Magda.
...O eso me pareció o eso soñé. O eso deseaba. No me importaba que su reposo fuera leve. Deseaba el lenguaje de su calidez, aunque fuera dispersa. Ni me importaba que su presencia, tan cercana, no me llegara efusiva. Pero no lo sentía. Yo extendía mis brazos, pero no rozaba ningún cabello. Giraba en su dirección, pero no palpaba ningún cuerpo. Creía oler algo que emanaba de él, pero el olor procedía de mis labios. Empujé el vacío de las sábanas. Escudriñé en la oscuridad. Pero el naufragio de mi cuerpo era evidente. Mi desasosiego iba en aumento, y mi pecho ardía. Y esa sensación de no saber en qué lado de mi misma me encontraba me inquietaba...
ResponderEliminarGracias.
ResponderEliminarContinúo...