Entrada la madrugada su corazón latía como una bomba a punto de estallar,sentía una gran ansiedad dentro suyo que le impedía conciliar el sueño. No entontraba respuestas,sólo preguntas diambulaban en su cabeza,al igual que el eco de algún sonido en un lugar amplio y solitario.

Creía estar haciendo las cosas bien,pero al mismo tiempo se cuestionaba quién era para saber qué es hacer las cosas bien,llegando a la conclusión de que el corazón no razona,no sabe que está bien y que está mal,sólo siente,y ella,solo sentía.

Como casi todas las noches en las que le ocurre esto,trata de buscar el sueño plasmando su ansiedad dibujando,o escribiendo líneas que a la mañana siguiente eliminaría como trata de eliminarlo a él,aunque en ese caso siempre es un intento frustrado.

Busca,escarva,grita,llora,escribe,fuma...nada le permite encontrar lo que necesita.

Irse,eso es!,irse lejos,empezar de nuevo,borrar todo,como si su corazón fuese un cassette en el que puede borrar,y grabar encima.

Escapar.

Desde que tiene uso de razón que odia esa palabra,nunca la contó como una opción,pero tampoco nunca tuvo una situación tan grande que la superara,que le pasase por encima como una aplanadora y no dejase nada,ni el poco cerebro que le queda para poder pensar. La única solución era esa,con lo poco de razociño que todavía tiene,sabe que eso es lo mejor,que aunque sea de cobardes (según su opinión), ella fue demasiado valiente para ir contra todos,y perdió,porque solo es una niña soñadora,que no entiende de límites,de bordes,de cornisas,ella juegó,sin importar cómo,y sabe que no va a cambiar...que aunque se escape de esta historia,habrá otras,muchas más tal vez,o quizá nunca pueda borrar esta historia hasta que por fin encuentre un juego que realmente sepa jugar.