Estaba solo.Por fin podía pensar con tranquilidad,sin gente que se entrometiera en su cabeza.
Miró a su alrededor,el viento movía las cortinas de su ventana y las hojas de los árboles desde afuera,bailaban para él. Se quedó contemplando un rato el espectáculo,pero la luz tenue de su living lo adormecía. En su cabeza el mismo pensamiento: la odio,no quiero volver a verla.
En unos minutos el sueño se apoderó definitivamente de él. Y su cabeza,su inconciente,empezó a rodar por si sólo,sin que pudiera controlarlo.
La imagen de ella,la de él,se fusionaron creando una sola persona. El amor y el odio ahora eran uno. Estaba completo,sentía que no necesitaba más.
De repente ella se aleja,camina despacio como si no quisiera irse,pero como si algo la obligara a hacerlo. Él intenta ir detrás,pero sus pies están aferrados,no puede soltarse. Odia cada vez más,ya no sabe a qué ni a quién...y cada vez sus pies se aferran más al piso. Ella llora desde lejos.
Despierta exaltado. El sabor del vino todavía se alojaba en su boca y su corazón seguía dormido...
Fotografía: Alfo y Nilo.
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